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TPL- LA ENTREVISTA (PARTE 1)

TPL- Taller de Producciión de lenguajes - La Entrevista
*Material complementario para la realización de entrevistas.


 
La entrevista es una técnica de investigación cualitativa que permite obtener información, mediante una conversación profesional con una o varias personas. El término de entrevista se utiliza para designar una serie bastante heterogénea de clases de entrevistas. Entre las variaciones de entrevista cualitativa se encuentran:

1.    La entrevista conversacional informal; caracterizada por el surgimiento y realización de las preguntas en el contexto y en el curso natural de la interacción, sin que haya una selección previa de temas, ni una redacción previa de preguntas.

2.    La entrevista basada en un guión, caracterizada por la preparación de un guión de temas a tratar y la libertad que tiene el entrevistador para formular y ordenar las preguntas a lo largo del encuentro de entrevista.

3.    La entrevista estandarizada abierta, caracterizada por el empleo de un listado de preguntas redactadas y ordenadas por igual para todos los entrevistados.

Existe una amplia terminología que distingue a las entrevistas según los tipos de preguntas y su grado de estructuración y estandarización.

En la literatura especializada el uso de la expresión “entrevistas en profundidad”, (Gorden, 1956; Banaka, 1971) se impuso  entre una serie de términos afines: Entrevista focalizada; entrevista estandarizada no programada, entrevista no estandarizada, entrevista especializada y a elites, entrevista biográfica, intensiva individual abierta semidirectiva, larga, etc.

Alonso.  (1994)  explica la entrevista en profundidad diciendo:

 “… es un constructo comunicativo y no un simple registro de discursos que “hablan al sujeto”. Los discursos no son así preexistentes de una manera absoluta a la operación de toma que sería la entrevista. El discurso aparece, pues, como respuesta a una interrogación difundida en una situación dual y conversacional, con su presencia y participación, cada uno de los interlocutores (entrevistador y entrevistado) co-construye en cada instante ese discurso (…) Cada investigador realiza una entrevista diferente según su cultura, según sea su contexto espacial, temporal o social en el que se está llevando a cabo de una manera efectiva”

Este modo de entender la entrevista en profundidad muestra la concepción de hombre, como actor social que construye sentidos y significados de la realidad. Con ellos entiende, interpreta y maneja la realidad a través de un marco complejo de creencias y valores, desarrollados por él para categorizar, explicar y predecir los sucesos del mundo. Este marco lo comparte en parte con otros dentro de un mundo social, pero, en parte es irreductiblemente único para él. Para entender por qué las personas actúan como actúan, hay que comprender no sólo el sentido compartido, sino el sentido único que ellas dan a sus actos. La entrevista en consecuencia, nace de una ignorancia consciente por parte del entrevistador quien, lejos de suponer que conoce, a través de su comportamiento exterior, el sentido que los sujetos dan a sus actos, se compromete a preguntárselo a los interesados, de tal modo que puedan expresarlo en sus propios términos y con la suficiente profundidad para captar toda la riqueza de su significado.

Preguntarle al entrevistado no significa que el entrevistador acuda a la entrevista con una batería de preguntas confeccionadas de antemano, ya sea en cuanto al contenido, ritmo, orden o formulación, puesto que ello supondría que se conoce de antemano el significado, la jerarquía de valores del propio entrevistado.

Este proceso abierto e informal en las entrevistas en profundidad es similar y sin embargo en algún punto diferente de una conversación informal. Esta afirmación nos remite a reflexiones metodológicas que realizan algunos autores y que ayudan a complementar el argumento abierto sobre la relación entre las entrevistas profesionales y la conversación ordinaria.

Denzin (1970), resalta el carácter de encuentro, que define tantos ejemplos cotidianos de relación interpersonal. Algo que también define a toda entrevista. Tras señalar que todos los encuentros en tanto interacciones humanas se componen de tres elementos básicos (las personas, la situación y las reglas de interacción)

Caplow (1956), en cambio, ofrece algunas pistas para pensar por qué la entrevista es similar y sin embargo diferente de una conversación. Por un lado, sostiene que en beneficio del funcionamiento de la entrevista, es importante que el entrevistado la perciba como una conversación, sin que esté pendiente de la estructura de interrogación del orden de las preguntas o de la consecución de los objetivos del entrevistador. Por otro lado afirma que en la entrevista formal se diferencia de algunas conversaciones de la vida cotidiana respecto a las que resulta más gratificante por las siguientes razones:

a)    En la entrevista la participación del entrevistado y del entrevistador cuenta con “expectativas explícitas”  uno de hablar y el otro escuchar

b)    El entrevistador anima constantemente al entrevistado a hablar, sin contradecirle (“las resistencias encontradas corrientemente en la conversación espontánea se suprimen”)

c)    A los ojos del entrevistado el encargado de organizar y mantener la conversación es el entrevistador (“esto crea a menudo una ilusión de fácil comunicación que hace parecer breves las sesiones prolongadas”)


A su vez, Raymond Gorden (1954) afirma que el proceso comunicativo de obtención de información mediante entrevista depende de:

a)    la combinación de tres elementos internos a la situación de entrevista (entrevistador, entrevistado y tema en cuestión).

b)    Los elementos externos (factores extra-situacionales que relacionan la entrevista con la sociedad, la comunidad o la cultura)

Una de las implicaciones de este modelo en la práctica investigadora es la siguiente: antes del encuentro entrevistador-entrevistado, el entrevistador puede preparar buena parte de la interacción y facilitar en gran medida el trabajo de entrevistador.

Gorden insiste en que una vez empezada la entrevista poco puede hacerse ya para modificar la “relación triádica” (entrevistador-entrevistado-información) Afirma que el flujo de información válido y fiable depende no sólo de la interacción dentro de la situación de entrevista sino también de la relación entre la situación y la comunidad local y la sociedad más amplia.

Momentos de la entrevista:

1.    Diseño de la entrevista

En la fase de preparación de la entrevista, se toman decisiones en relación con:

a)    El guión de la entrevista que contiene los temas y subtemas que deben cubrirse, de acuerdo con los objetivos informativos de la investigación, pero no proporciona las formulaciones textuales de preguntas, ni sugiere las opciones de respuestas. Más bien se trata de un esquema de puntos a tratar, pero que no se considera cerrado y cuyo orden no tiene que seguirse necesariamente. Interesa recoger el flujo de información particular de cada entrevistado, además de captar aspectos no previstos en el guión

b)    La selección de las personas a ser entrevistadas, nos lleva a preguntarnos ¿a quiénes?, ¿a cuántos?, y ¿cuántas veces? Gorden, propone cuatro preguntas criterio básicas que deben responderse en la selección de entrevistados:

Quiénes tienen la información relevante para el tema a investigar
Quiénes son más accesibles física y socialmente
Quiénes están más dispuestos a informar sobre el tema a investigar
Quiénes pueden comunicar la información con precisión.

c)    La elección del tiempo y lugar más apropiado para la entrevista, son condiciones de producción que pueden afectar tanto positiva como negativamente a la obtención de información. Por lo tanto conviene considerarlos como preparativos básicos en los que la negociación con el entrevistado resulta ineludible. Más aún es recomendable atender las preferencias del entrevistado, siempre y cuando unas mínimas condiciones de privacidad y tranquilidad se den en cuanto al lugar y momento de la entrevista.

En las entrevistas en profundidad las tareas de contacto y presentación adquieren especial relevancia debido a la mayor duración de estos encuentros. También por el tipo de información que se pretende recabar, más personal e incluso íntima, requiere un mayor detenimiento y cuidado en las formas sociales de presentación entre extraños.

d)    Sobre los medios de registro, a través de notas o se puede prever grabar la entrevista a no ser que el entrevistado muestre disconformidad.

2.    Entrevista propiamente dicha

Durante la realización de cualquier entrevista, el proceso comunicativo entrevistador-entrevistado, en torno a una serie de temas o cuestiones, presenta un ciclo de actividad repetida. Este ciclo se inicia con la primera intervención del entrevistador, haciendo saber al entrevistado la clase de información que necesita (comunicación verbal) pero transmitiendo también mensajes no verbales. Hay una emisión de motivación del grado o signo que sea, hacia el entrevistado. Este interpreta lo que se le pide o pregunta y responde con una información que le parece relevante  (pero también filtrada por su capacidad y voluntad de transmitirla).

Hargié y Marshall en 1986 desarrollan un modelo llamado de “comunicación” o interacción personal”  en el que se pretende dar cuenta de los “principales procesos inherentes en la interacción diádica entrevistador-entrevistado” (motivación, factores mediadores, respuestas, feedback y percepción) todos ellos procesos operativos de cualquier entrevista. Un ejemplo de cómo se pone en juego uno de los elementos de la interacción puede ser el caso en que el  entrevistador no transmite interés y confianza puede que esto bloquee o impida la transmisión de información por parte del entrevistado.

El modelo se completa con dos elementos importantes en la interacción social: los factores personales (características físicas y sociodemográficas) y los factores situacionales (no solo los relativos al ambiente físico, también pautas o prácticas habituales de actuación en cada situación o escenario)

Acerca de estos procesos operativos de la entrevista Ruiz, Olabuemaga sugiere que en los primeros momentos de la entrevista se desarrollen comentarios y preguntas de carácter general y abierto. Una pregunta abierta suele ser la manera más propicia para inciar la entrevista sin violencia y con un ambiente de intercambio espontáneo de información.  También propone  que  eviten las preguntas cerradas que sólo admiten respuestas del tipo “sí” ó “no”. Las preguntas cerradas quedan reservadas para sólo los momentos finales de la conversación o para concretar datos ya mencionados  y suficientemente explorados.

El uso de preguntas abiertas no debe confundirse con formular preguntas confusas o ambiguas que pueden desorientar al entrevistado. La pregunta abierta debe por el contrario ser tan explícita y amplia como para que el entrevistado sea consciente al mismo tiempo qué es lo que se pregunta.

Tan peligroso como el vicio de las preguntas confusas y ambiguas es el de preguntas sesgadas, que insinúan al entrevistado el tipo y orientación de respuesta que parece agradar o desagradar al entrevistador.

Las preguntas iniciales abiertas deben huir de cualquier apariencia de choque o enfrentamiento aunque este sea de carácter informativo como quien busca desde el comienzo la obtención de una respuesta noticia comentario bomba.

Se inicia la entrevista con un carácter más general para luego ir estrechando, concretando, aclarando y minimizando, desciendo a detalles y datos singulares a modo de conversación embudo que parte:

De los más amplio a lo más pequeño
De lo más superficial a lo más profundo
De lo más impersonal a lo más interpretativo
De los datos a la interpretación de los mismos.

3.    El entrevistador

Es importante cierta flexibilidad en su personalidad, para poder captar los objetivos de la entrevista, evaluar críticamente la información que recibe e indagar en busca de mayor claridad y exhaustividad en las respuestas. La carencia de flexibilidad está presente tanto en aquellos entrevistadores que tienden a dominar la situación (evitando los silencios y dirigiendo en exceso al entrevistado) como en aquellos otros que adoptan un rol extremadamente pasivo.

Se requiere del entrevistador cierta sensibilidad para captar los mensajes verbales y no verbales del entrevistado, para seleccionar los mensajes de contenido más significativo, y para indagar temas o puntos que han quedado bloqueados por alguna razón.

Los bloqueos en el entrevistado pueden ser expresados verbalmente como a través del lenguaje corporal. El silencio en el entrevistado no significa que no tenga más cosas que decir o que se resista a continuar, por lo tanto es necesaria cierta espera por parte del entrevistador hasta que este silencio no se convierta en una tensión embarazosa.

Es necesario que el entrevistador desarrolle una escucha activa, él o ella deben escuchar lo que se dice para ver cómo se relaciona con el tema de investigación y cómo puede reflejar las circunstancias de la entrevista. Mientras que el objetivo debe ser minimizar la influencia del investigador en lo que el entrevistado dice, siempre es necesario alguna estructuración para determinar qué es o no relevante.

A su vez el entrevistador puede pedir aclaraciones pero no formular críticas, puede expresar una duda ante lo expresado por el entrevistado pero poner en duda su veracidad.

4.    Registro de entrevista

Tomar notas durante la entrevista puede que haga perder la atención del entrevistador o generar un distanciamiento con el entrevistado perdiendo intimidad y rompiendo el ritmo de la conversación fluída y cómoda.

El registro de notas puede generar en el entrevistador la tensión entre asegurar la fiabilidad intentando copiar literalmente lo que oye y la validez de una conversación en la que se rompe la interacción.

En algunas personas se observa que si el entrevistador toma notas pierden  espontaneidad. Esto también ocurre con la grabación magnetofónica. Si el entrevistador decide grabar la entrevista se lo debe comunicar al entrevistado para que éste brinde su consentimiento.

TP -TALLER DE PRODUCCION DE LENGUAJES
Cuestionario:

1-    ¿Cómo se define “entrevista” y qué tipo de variaciones entrevistas se mencionan?
2-    ¿Qué es la “entrevista en profundidad”?
3-    ¿Qué es lo que resalta Denzin sobre el proceso de entrevista y qué tres elementos básicos menciona?
4-    ¿Por qué Caplow menciona qué la entrevista es similar y sin embargo diferente de una conversación?


Bibliografía

Valles, Miguel. 1997. Técnicas cualitativas de investigación social. Reflexión metodológica y  práctica profesional. Editorial Síntesis, Madrid,.Cap. 6 Técnicas de conversación, narración 1: Las entrevistas en profundidad.

Ruiz Olabuénaga, José, 1990. .La entrevista. Cap6.Universidad de Desusto, Bilbao.

Hammersley, M. Atkinson.P, 1994. Etnografía. Editoral biblos. Buenos Aires.

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