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MALVINAS

 Información sobre el conflicto de Malvinas https://www.argentina.gob.ar/ejercito/malvinas


El desembarco del 2 de abril- Operación Rosario

La “Operación Azul”, así denominada por la Armada, paso a llamarse “Operación Rosario” a instancias de integrantes del Ejército, quienes recordaron que en las Invasiones Inglesas criollos y españoles se pusieron bajo la advocación de la Virgen del Rosario para enfrentar a las tropas invasoras.

En la mañana del 28 de marzo de 1982, tropas del Ejército Argentino y de la Armada embarcaron y pusieron rumbo a las islas a órdenes del Comandante de la Operación, General Osvaldo García, su objetivo era nada menos que desembarcar y recuperar las Islas Malvinas, que se hallaban en manos de la corona Británica desde 1833, es decir casi un siglo y medio de usurpación.

Elementos del Comando de la Brigada de Infantería IX y de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25 formaron parte de aquella Fuerza de Tarea, embarcados en el destructor ARA “Santísima Trinidad” y el Rompehielos “Almirante Irizar”. En el Transporte “Cabo San Antonio” se trasladaba a la sección transporte del Regimiento 25 y la sección de tropas especiales, que a cargo del jefe de regimiento participaron con el escalón anfibio en la conquista de la localidad.

El 29 de marzo, ante las inclemencias del tiempo y la agitación el mar que impedía las reuniones de comandantes y jefes, se imparten por radio las ideas rectoras para la operación. En estas instrucciones se establecía la intención de realizar una operación incruenta, es decir que se trataría de evitar causarle bajas al enemigo Británico, aún a costa de sufrir bajas propias.

El 30 de marzo debido las malas condiciones meteorológicas que imperaban en el Atlántico sur, con vientos de más de 70 km/h por aquella fecha, obligaron a posponer la ejecución de la operación, fijando el 2 de abril como día D, fecha en la cual finalmente se llevó a cabo el desembarco y ocupación de las Islas por parte de las fuerzas argentinas.

La toma de la residencia del gobernador inglés y el cuartel de los Royal Marines era los objetivos originales de la misión que inicialmente cumplirían las tropas del Ejército, pero debido a los efectos del clima sobre los helicópteros previstos se le asignó una nueva misión durante el operativo de desembarco: atacar junto con los elementos más adelantados de la fuerza anfibia de desembarco para conquistar la pista de aterrizaje y prepararla para el desembarco de las tropas transportadas por aire, teniendo en cuenta que el lugar estaría defendido por efectivos ingleses con armas automáticas y pesadas.

Soldados Argentinos en Puerto Argentino

En la noche del 1 de abril cerca las 21:00 hs, inicia el desembarco la agrupación comandos anfibios desde el destructor ARA “Santísima Trinidad” alcanzando la costa a las 23:45 hs. A esa misma hora, el submarino ARA Santa Fe aportó otros diez buzos tácticos para colocar balizas de radionavegación y ocupar el faro del Cabo San Felipe.

A las 6:15 hs del 2 de abril, desembarcan los vehículos anfibios blindados con el Grupo de Tarea 40.1, integrado por fuerzas de Infantería de Marina y de la sección de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25.

La misión era tomar el aeropuerto con el apoyo de fuerzas helitransportadas desde el rompehielos “Almirante Irízar”, limpiar los obstáculos de la pista y permitir que, a partir de las 8:30 hs, comenzaran a aterrizar los C-130 “Hércules” de la Fuerza Aérea con el grueso de las tropas del Regimiento de Infantería 25 que provenían desde Comodoro Rivadavia.

mapa_de_la_operacion_rosario

A las 7:30 h, el jefe del “25” informó que había capturado el aeropuerto y se había despejado la pista. A las 8.45 h aterrizó el primer Hércules C-130. A las 9:00 hs, mientras se desarrollaban escaramuzas en cercanías y dentro de la casa del Gobernador de la Islas, las tropas británicas se rindieron al ser superadas por nuestras fuerzas.

Siendo las 12:30 horas del día 2 de abril de 1982, en una emotiva ceremonia se produce con las formalidades de rigor, el arrío de la bandera británica y el izamiento, por primera vez después de 149 años, de la enseña nacional.

                                    Malvinas- Spot de canal Encuentro sobre el conflicto
 

La sublevación del Gaucho Rivero
Fuente: Agenda de Reflexión – Investigación histórica de Pablo Hernández y Horacio Chitarroni.
 https://www.elhistoriador.com.ar/el-gaucho-rivero/

El 26 de agosto último se celebro el 170º aniversario de la heroica sublevación de un grupo de gauchos e indios en las Islas Malvinas, acaudillados por el gaucho Rivero, un precursor de la unidad de las banderas de la justicia social y de la soberanía nacional en las luchas populares.

1833 no fue un buen año para la Confederación Argentina. Don Juan Manuel de Rosas, a pesar de la ayuda que ha brindado a los Treinta y tres orientales es, todavía, solamente el astuto estanciero de Los Cerrillos; no se ha plasmado aún en plenitud su personalidad de gran caudillo nacional.

Ha finalizado su primer gobierno de Buenos Aires en diciembre de  1832, ha rechazado en varias oportunidades su reelección en la Sala de Representantes, y marcha a la expedición al desierto.

Lo sucede en el gobierno de la provincia Juan Ramón Balcarce, un federal íntegro aunque moderado, que empieza por cometer el error de designar ministro de guerra a su primo Enrique Martínez, cabeza de los “lomonegros” y de la política antirrosista.

Al déficit económico público habría que sumar los estragos producidos por las continuas sequías, y ahora también el reclamo por parte de la Casa Baring del préstamo otorgado durante la administración de Rivadavia en 1824.

La esposa de Rosas, doña Encarnación Ezcurra, acosada en Buenos Aires, le escribe al brigadier general en campaña: “… lo mismo me peleo con los cismáticos que con los apostólicos débiles, pues los que me gustan son los de hacha y tiza”. Es que se está gestando -misteriosamente, en forma lenta pero firme- la Revolución de los Restauradores.

Mientras, muy lejos de Buenos Aires, se había producido la usurpación británica a las Islas Malvinas por los marinos ingleses de la corbeta Clío. El capitán Oslow había dejado encargado al colono irlandés William Dickson la administración del archipiélago, y la misión de izar el pabellón británico cada vez que un barco se aproximara a puerto.

El gobernador Luis Vernet había renunciado a su cargo en marzo de 1833 a fin de evitarse problemas con Gran Bretaña; regresó a Buenos Aires, pero siguió desarrollando normalmente, con la autorización inglesa y a través de sus capataces, la administración de sus negocios particulares en la colonia de Puerto Louis.

Desde tiempo atrás, un vivo descontento cundía entre los peones de Vernet, en razón de la explotación a que eran sometidos. Además, la paga se les abonaba no en dinero, sino en vales emitidos por el propio ex-gobernador, y que para colmo Dickson, que oficiaba a la vez de despensero de la colonia, no aceptaba.

Por otra parte, les prohibían matar ganado manso para alimentarse, obligándolos a cazar animales chúcaros. La indignación creció cuando luego de la usurpación se comprobó que los explotadores actuaban en perfecta armonía con los extranjeros que izaban la insignia británica.

Lo cierto es que el 26 de agosto de 1833 un grupo de ocho peones, todos analfabetos, acaudillados por el gaucho entrerriano Antonio Rivero, se sublevó y atacó a los encargados del establecimiento, dando muerte a cinco personas, entre ellas al capataz Simón y al despensero William Dickson. Luego se instalaron en la vivienda principal, arriaron la bandera inglesa e izaron la azul y blanca.

En días subsiguientes, el resto de los colonos cuyas vidas habían sido respetadas pudieron escapar y permanecieron refugiados en el pequeño islote Peat. Así, ambos grupos vivieron separados durante varios meses, sufriendo avatares diversos.

Finalmente, los primeros días de 1834, dos buques británicos llegan a la isla Soledad para recuperar la usurpación, organizando una partida armada para capturar a los gauchos, los que a su vez sufren una traición y una deserción antes de huir al interior de la isla.

No les resultó fácil a los ingleses, que necesitaron enviar varias expediciones, pero por fin logran apresar a los peones, engrillarlos y conducirlos detenidos a Gran Bretaña para ser juzgados.

Allí permanecen por varios meses presos hasta que el ministerio fiscal, estudiados los antecedentes del caso, le aconseja al Almirantazgo dejarlos en libertad y embarcarlos de vuelta a Buenos Aires, lo que así ocurre.

Se ha afirmado -aunque sin demostrarlo- que el gaucho Antonio Rivero perdió la vida mucho después, luchando valientemente para la Confederación en el combate de la Vuelta de Obligado.

Hasta aquí los hechos. Ahora, veamos la actitud de los historiadores.

En primer lugar, el dictamen de la Academia Nacional de la Historia de 1966 de Ricardo Caillet Bois y Humberto Burzio, que considera al grupo de patriotas que recuperó fugazmente el territorio arrebatado por la prepotencia imperial como simples “delincuentes”, ya que, luego de analizar documentos exclusivamente de origen británico, concluye que “ningún deseo de reivindicación nacional movió a esos hombres. Aparentemente ellos estaban molestos porque no se les pagaba debidamente por sus tareas”.

Otras corrientes distintas de la historiografía oficial interpretan de manera diversa el levantamiento de los gauchos de Malvinas. Por ejemplo, desde la revista Todo es historia de Félix Luna, Juan Lucio de Almeida opta por una posición intermedia: si bien no puede probar que Rivero actuó “movido por patriotismo”, tampoco “su acto fue el de un criminal común”.

El revisionismo histórico tradicional, por su parte, rescata la figura de Rivero, pero poniendo sólo el acento en los móviles patrióticos que impulsaron su acción, dejando de lado los condicionantes de la reivindicación social.

Por último, es notable cómo en todos los documentos testimoniales de fuentes británicas se habla de “gauchos y de indios” con una innegable connotación de salvajismo y barbarie.

Si se nos permite ahora, nuestra propia opinión -o lectura historiográfica- es que, de lo que hemos leído sobre el gaucho Rivero, la perspectiva de Pablo Hernández y Horacio Chitarroni, la de José María “Pepe” Rosa, y el trabajo de Fermín Chávez son los únicos que develan la cuestión central en el levantamiento malvinero de 1833, que es el de la unidad y coherencia de las luchas sociales y nacionales, de la justicia social y de la soberanía nacional, de las reivindicaciones populares y las patrióticas.

El gauchaje iletrado de entonces, criollos por cuyas venas corría sangre aborigen (de “nuestros paisanos los indios”, gustaba llamarlos San Martín), al igual que el pobrerío de hoy, no podrá explicar cabalmente ni la filiación de los agresores, ni el “significado profundo de la lucha”, pero se dolía ya, y se duele todavía, de la patria y la dignidad agredidas.

Como sostiene “Pepe” Rosa: “Basándolos en interrogatorios en inglés del curioso proceso, nos aclaran que Rivero era un gaucho peleador, tal vez de malos antecedentes y que se juntaba con antiguos confinados. Pero también Martín Fierro era un gaucho peleador, de malos antecedentes, y que se juntaba con matreros como él”.

Lo cierto es que por la misma época en que el analfabeto gaucho Antonio Rivero daba testimonio viviente de ello en las heladas tierras australes, el Padre de la Patria, el general José de San Martín, escribía: “Pocos o muchos, sin contar los elementos, los argentinos saben siempre defender su independencia”.

                                                       Billete de 50 pesos. Islas Malvinas
                                        Micro de canal Encuentro sobre el gaucho Rivero

Visitá el Museo Malvinas https://museomalvinas.cultura.gob.ar/



1. Observar la Información de los siguientes sitios: 

 Guerra de Malvinas en el Atlántico Sur : http://www.paralibros.com/passim/p20-suc/pg2082gm.htm

Revista GENTE y Malvinas (Ver Documento) https://rephip.unr.edu.ar/handle/2133/16015

2. Investigar acerca de los siguientes interrogantes:

 

¿Cuál es la fundamentación Británica sobre su legitimidad sobre las islas?

 

¿Qué incidente diplomático sucede antes del desembarco en Malvinas?

¿Cómo es el desarrollo del desembarco y qué sucede el 2 de abril en Buenos Aires? 

¿Cómo se desarrolla el conflicto?

¿Cuáles fueron sus consecuencias inmediatamente posteriores?

 

Recursos

• Película Iluminados por el fuego, de Tristán Bauer.

Visitar la web de la Federación de Veteranos de Guerra de la República Argentina.

http://www.federacionvgm.com.ar/#!/-bienvenido/

 • Visitar la web Falkland Islands Government, del gobierno (invasor) de las Islas Malvinas Argentinas. https://www.falklands.gov.fk/

MUSEO MALVINAS https://museomalvinas.cultura.gob.ar/  

edición especial del diario TIEMPO ARGENTINO (2012) https://www.tiempoar.com.ar/wp-content/uploads/2021/04/679-1.pdf

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