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CCS - EL LENGUAJE

5.4.2. EL LENGUAJE

Cassirer recuerda los dos tipos básicos de lenguaje: el lenguaje inferior, o emocional, que es la mera expresión de sentimientos y que se da también en algunos animales, y el lenguaje superior o proposicional, que es el lenguaje propiamente dicho, que supone la concatenación objetiva de ideas, y es un fenómeno exclusivamente humano.

El lenguaje proposicional construye una visión del mundo peculiar: un mundo de “cosas”, y no sólo un flujo de cualidades, como sucede en el mundo animal. Los hombres damos un “nombre” a determinados conjuntos de percepciones, y los llamamos “cosas”, y esto luego nos permite “reconocerlas”. Con la aparición del lenguaje en el hombre, una vida de “significados” sustituye a una vida de meros “impulsos”, frenando el fujo de sensaciones, estableciendo una serie de puntos de referencia alrededor de los cuales éstas se aglutinan y estructuran. Aprender a hablar significa por lo tanto construir el mundo, acercándose a él de una manera activa.

Sólo el hombre lleva a cabo este proceso de solidificación de los datos de los sentidos para construir “objetos”; y en este proceso el lenguaje juega un papel capital. Porque el concepto de “casa” no es la imagen de una casa —que puede variar mucho. Para mantener la identidad objetiva del concepto, una de las ayudas más importantes es la identidad del nombre, del símbolo lingüístico. Y así, describir o designar cosas dándoles un nombre es una función nueva e independiente respecto de la función simbólica propia del mito, e implica dar un nuevo paso en el proceso de objetivación. Supone aprender a clasificar nuestras percepciones poniéndolas bajo categorías generales [Cassirer 1979].

Con la primera comprensión del simbolismo del lenguaje, tiene lugar una verdadera revolución en la vida humana, pues se da el paso del estado emotivo a la actitud teórica; es decir se da el paso desde la vida confinada en los límites de lo meramente subjetivo a la capacidad de objetivación.

Aprender a hablar no es un proceso mecánico: no es aprender a colocar “etiquetas” —palabras, nombres— a las cosas. Cassirer señala que cuando un niño aprende a nombrar las cosas no se dedica a añadir una lista de signos artificiales a su conocimiento previo de objetos empíricos acabados, sino que más bien aprende a configurar sus percepciones de una manera concreta, a formar esos objetos, a entendérselas con el mundo de manera objetiva [Cassirer 1975: 199].

Por tanto, los nombres de las cosas no encierran ninguna pretensión de designar su naturaleza o esencia propia, sino que se limitan a manifestar cuál es el aspecto particular de esa realidad que estamos subrayando en cada momento. Y precisamente en esta limitación o restricción que ejercen las palabras estriba su utilidad, su valor.

Video https://www.youtube.com/watch?v=MnFyIskFvDo





EL SIGNO – (Ferdinand de Saussure)

El signo lingüístico es una unidad lingüística que puede ser percibida por el ser humano mediante los sentidos y que permite imaginar otra realidad que no está presente. Es una construcción social que funciona dentro de un sistema lingüístico y que pone un "elemento" en lugar de otro. Ferdinand de Saussure se opone a que se considere al signo lingüístico como una entidad unitaria, que implique concebir a la lengua como una nomenclatura (es decir, una simple lista de términos que se corresponden con las cosas), suponiendo que las ideas son preexistentes a los signos. Él plantea que la unidad lingüística es una entidad biplánica compuesta por dos términos: un concepto y una imagen acústica.

El concepto está archivado en la mente de los hablantes de la lengua y puede ser descrito como un haz de elementos mínimos de significado, de modo tal que el concepto “perro” se expresaría como el conjunto integrado por “animal”, “mamífero”, “canino”, “masculino”. En cambio, la imagen acústica no es el sonido (cosa netamente material), sino la huella psíquica que deja en nuestro cerebro.

Para Saussure, tanto el Significante como el Significado son dos caras de una misma moneda, están íntimamente unidos y se requieren recíprocamente y conforman lo que Saussure llama Signo lingüístico. Estos signos crean a la lengua como un sistema.

Estos dos elementos están íntimamente unidos y se reclaman entre sí. Luego Saussure reemplazó concepto e imagen acústica por significado y significante respectivamente. En otras palabras: Saussure plantea que el signo lingüístico es una unidad compuesta por la unión de un significado y un significante.

Para Saussure el signo lingüístico posee dos características principales:

La arbitrariedad del signo lingüístico: hace referencia a que el signo es arbitrario en el sentido que la unión entre el significado y el significante es inmotivada, es decir, puramente convencional. Arbitrario con relación al significado, ya que el enlace que une el significado con el significante es inmotivado; es decir que el significado puede estar asociado a cualquier nombre y que por lo tanto no existe un nexo natural entre ellos. Por ejemplo, en los sinónimos (varios significantes y un solo significado), las lenguas (español: tiza, inglés: chalk), incluso en las onomatopeyas (español: quiquiriquí, francés: coquerico) y las exclamaciones (español:¡ay!, alemán:¡au!).

Carácter lineal del significante: Los elementos del significante lingüístico se presentan uno tras otro formando una cadena ya que el significante se desenvuelve en el tiempo únicamente y tiene los caracteres que toma de éste. El signo es lineal porque el significante se desenvuelve sucesivamente en el tiempo, es decir, no pueden ser pronunciados en forma simultánea, sino uno después del otro, en unidades sucesivas que se producen linealmente en el tiempo. Por ejemplo, ¡a-c-a-b-o-d-e-ll-e-g-a-r!.

Por otra parte Saussure hace referencia al concepto de “Mutabilidad e Inmutabilidad del Signo”. Lo que Saussure intenta diferenciar, por un lado, es que la Inmutabilidad se refiere a que un significante es elegido libremente con relación a la idea que representa pero impuesto con relación a la comunidad lingüística que lo usa. Por el otro, se refiere a la Mutabilidad del signo, es decir, a un cambio o alteración del mismo ya que éste se continúa en el tiempo, la cual siempre conduce a un desplazamiento de la relación entre el significado y el significante.

1-     1 ¿Qué papel juegan los significados en el lenguaje?

2-     2- ¿Cómo es que el humano aprende a hablar?

3-     3-¿Por qué Saussure dice que el signo es “dos caras de una misma moneda”?

4-     4- Sintetice y explique las principales características del signo linguistico?

 


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