Las TIC e Internet
constituyen un “acontecimiento” cultural, de perfil enigmático, que solo posee
algunas explicaciones posibles a través de las huellas que deja. Estos rastros,
como toda huella no se pueden predecir en un mundo impredecible. El
acontecimiento según Certeau, es “lo que el mismo deviene”. Si bien son tiempos
de excesivo intimismo, la superficialidad en la elaboración del pensamiento, se
inscribe hoy, en lo perentorio y en el apuro. Ello hace que las comunicaciones
(mas aun las escritas), se achiquen (con los blogs, Twitter, mensajes de texto,
etc.) y que en casi todas ellas, desaparezcan los relatos, característica de
“sostén cultural” de la condición humana desde tiempos inmemoriales, más allá
que se pueda pensar que estamos frente a otro tipo de “argamaza sociocultural”.
*Adaptación de texto de, Beatriz Fainholc, 2010
El acceso a las TIC
e internet a través de la conectividad inalámbrica si bien es muy útil para la
comunicación e interacción instantánea como para la consulta de fuentes
innumerables y la construcción/ recreación de información, posee una cara
oscura, necesaria de develar. Al mismo tiempo que acerca personas remotas y
permite intercambios en grupos a escala global y a tiempo real, mucha gente
genera dependencia hacia estos artefactos e interfaces tecnológicas hasta el
punto de haberse, convertido los mismos, en prolongaciones de sus vidas, o sea,
sin los cuales no pueden existir.
Se podría decir que
existe una tele- adicción tecnológica cuando no se puede prescindir del
artefacto celular y derivados con su uso compulsivo. Se evidencia angustia,
ante su falta, es decir, la persona se siente en situación de peligro y
desamparo. Que se revierte si se recibe o envía un mensaje porque así
contenido, se aferra a un contacto, que aunque virtual, ayuda. La pregunta es
si el celular,- ya que es el artefacto comunicacional contemporáneo-, es un
instrumento al servicio de las personas, y allí poder discriminar para que
tareas, etc. o, si la persona es un instrumento al servicio del celular, debido
a que la tecnología- con su relativa autonomía-, es intrusiva, penetra, invade,
interrumpe, etc.
Con las redes
sociales en alza (como Facebook, Twitter, etc.) se imponen en la vida personal
de cada quien, sin permiso y se da fin a toda privacidad, muchas veces
perdiendo el control de las situaciones. Sin menospreciar que pueden ser
superútiles para urgencias o situaciones límites (atentados, terremoto, etc.)
por su posibilidad inmediata de poder navegar en estas redes con agilidad, al
ser computadoras personales ultraportátiles. Sin embargo habría que preguntarse
si en todos los casos, se trata de una necesidad real o genuina el estar cada
vez más conectados, en todo momento, en todo lugar, lo que se manifiesta de
modo creciente. No existen muchas dudas que la explosión de dichas redes
sociales y los artefactos que las sostienen, es acción y resultado de la
promoción de las empresas de telefonía celular que contribuyen a crear esta
necesidad, no siempre necesaria.
Si bien la
necesidad de inter vinculación (hoy de conectividad mediática mediante) ha sido
una constante y se halla documentada como parte de su evolución psicosocial y
cultural de esta franja poblacional de jóvenes y adolescentes, que se relaciona
con la socialización, - actualmente más expuesta pero que oculta miedos e
identidades-, más allá que el gregarismo ha sido y es un rasgo posibilitador de
convertirse en personas. Hoy en adultos jóvenes se unen razones laborales para
estar conectados,- y en demostrar ser eficientes-, sin diferenciar vida
publico-ocupacional y privada.
Sin embargo habrá
que medir, equilibrar razonar acerca no solo de su uso extremo, desmedido, no
pertinente, sino de la racionalidad – instrumental-, que sostiene la avalancha
de producción y consumo de tecnologías descartables de las que se hace un
consumo irracional. Véase: estar en un teatro o cine, no poder permanecer sin
revisar los mensajes; o asistir a una clase larga sin chequear correos. Es
decir, la tecnología y principalmente las TIC son maravillosas haciendo un uso
inteligente y no compulsivo de ellas, ya que son necesarias pero la
hiperconectividad además de no es ineludible (salvo casos limites), puede
desembocar a convertirse en el “trapito o más el oso de peluche” que los niños
pequeños requieren para conciliar su sueño.
Fuente:http://portal.educ.ar/debates/educacionytic/nuevos-alfabetismos/enigmas-posmodernos-la-hiperco.php
*Adaptación de texto de, Beatriz Fainholc, 2010
Cuestionario de trabajo:
Lea el texto
anterior y luego de una síntesis resuelva el siguiente cuestionario.
1-
¿Qué pasa con las comunicaciones
actuales según la autora? ¿Qué efectos se producen?
2-
¿Cuál es la parte negativa u oscura
del acceso a Internet?
3-
¿Qué produce la tele-adicción
tecnológica?
4-
¿Qué pregunta se hace la autora sobre
el celular? ¿Qué opinas sobre esto?
5-
¿Qué pasa con los jóvenes y la
necesidad de estar conectados?
¿Qué opinas sobre esta “necesidad de
conexión”, es real o "inventada"? Explicar.
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