DEL GESTO A LA PALABRA
Los
niños pequeños, antes de expresarse oralmente, lo
hace a través de gestos. Cuanto más comprensibles sean
estos gestos, será más fácil adquirir una riqueza verbal. Por
lo tanto existe una relación entre la comunicación
gestual temprana y el desarrollo del vocabulario.
Inicialmente,
el bebé entre sus 9 y 12 meses de vida utiliza
los llamados gestos deícticos o "gestos de
ejecución" según el psicólogo Jean Piaget. Estos gestos son
aquellos que se presentan a manera de acciones o conductas
como apuntar, mostrar, ofrecer, dar y realizar
peticiones para dirigir la atención del adulto hacia un
objeto por el cual siente interés o necesidad de obtenerlo.
Pero también existen los gestos corporales que se dan a través de la expresión del rostro y del cuerpo, no a manera de una conducta, sino más bien de posturas o posiciones corporales que responden a una emoción o impresión motivada por el entorno. Estos gestos también se denominan lenguaje corporal.
Esta
conexión entre gestos y habla, que se produce en
edades muy tempranas, pueden jugar un papel muy importante en
el aprendizaje de las palabras y sus significados siempre y
cuando exista una oportuna intervención de los
padres. Esta conexión será más directa cuando el
niño empiece a usar no sólo la mirada o la expresión facial
sino también sus manos como medio de expresión.
La
expresión gestual permite a los niños establecer
una relación con su entorno hasta la aparición del habla.
Tanto
los gestos como el lenguaje verbal, se
desarrollan de forma paralela. Sin embargo, el niño se inicia
haciendo uso de un lenguaje no verbal (etapa
"prelingüística") para manifestar sus necesidades,
sensaciones y sentimientos, así como para
vincularse con su medio.
Aprender
a comunicarse, a través de la expresión oral, de
las miradas, de las posturas y de los gestos, crea una red
de innumerables interrelaciones entre las personas. Conocer y
ejercitar las cualidades expresivas del cuerpo
mejoran la relación social y potencia el
desarrollo de la creatividad.
Los
gestos forman parte importante de la exposición.
Con los gestos podemos causar distintos efectos en el
receptor ya que la mayoría de las veces no somos conscientes
de lo que expresan nuestros gestos pero los demás
sí los pueden ver. De aquí la importancia de aprender a
dominar nuestro lenguaje corporal y darle un buen uso.
Conocer
lo que expresa el lenguaje corporal nos ayuda a
saber más sobre nosotros mismos y a entender mejor a los
demás. El cuerpo comunica más que las palabras. Las palabras
pueden engañar pero el lenguaje de los gestos es muy
difícil que engañe.
Aunque
algunos de los gestos son innatos, parte de
nuestra conducta corporal es aprendida y el significado de
muchos movimientos y gestos viene determinado culturalmente.
TP- DEL GESTO A LA PALABRA
1- Realice un mapa conceptual sobre el texto. Mencione 3 palabras clave. Desarrolle una breve síntesis
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